miércoles, 17 de junio de 2009

Ciudad Sagrada de Caral

Caral es considerada la ciudad más antigua de América (pre cerámico), cronológicamente situada junto al florecimiento chino, indio, mesopotámico y egipcio en el período de construcción de las pirámides de Giza, por lo que se discurre como una de las zonas geográficas cuna de la civilización del mundo. Fue construida por el primer Estado político que se constituyó en el Perú (2600 – 2100 años a.C. aproximadamente).

Caral es el lugar de nacimiento de la civilización americana. Cuando se realizaron las pruebas con el radio carbono (carbono 14), en restos de fibra encontrados en el lugar, el resultado rompió todos los esquemas en la arqueología, respecto a las civilizaciones complejas. Se pensaba que estas civilizaciones sólo podían florecer en un período en el que exista la cerámica. Caral es monumental y es por lo que nadie creía que era del pre cerámico. No hay en América otro sitio que tenga similares características sino hasta 1000 ó 1500 años después.


De un total de 18 asentamientos encontrados en el Valle del Supe, Caral es sin lugar a dudas el más resaltante. Ubicada sobre una área de aproximadamente 66 ha, posee los mayores edificios del valle, pirámides de más de 150 metros de planta, muros de hasta 20 metros de elevación y grandes plataformas de piedra (en las que caben dos estadios de fútbol). Estas impresionantes edificaciones se componen de la Pirámide Mayor, el templo del Anfiteatro, Pirámide de la Galería, Pirámide de la Cantera, Pirámide de la Huaca, Pirámide Menor, el Templo del Altar Circular, y de los distintos sectores residenciales.

Este impresionante complejo habría tenido entre 500 y 600 años de ocupación.

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lunes, 15 de junio de 2009

Parapente en Lima

El ser humano siempre anhelo volar, intentando una y mil veces con diferentes técnicas, entre ellas el Parapente. Hoy, en Lima, este deporte nos brinda la oportunidad de volar por el dominio de las aves para contemplar con éxtasis, el mar, la ciudad, y sus valles. El Parapente y/o Ala Delta, depende completamente de la presencia del viento.


Los acantilados de la costa verde son unos de los lugares más propicios para lanzarnos, su fuerte brisa nos eleva cual pájaro aprendiendo a volar. Esto es posible porque la brisa marina al toparse con los acantilados, sube, originando de esta forma una corriente ascendente perenne. El tipo de vuelo es tranquilo, relajante, casi sencillo y muy estable, pudiéndose alcanzar alturas superiores a los 250 msnm. Existen vuelos biplaza en los cuales, junto a un guía, se planea durante aproximadamente 15 minutos sobrevolando el exclusivo malecón miraflorino.



En la ciudad existen numerosas asociaciones y clubs privados dedicados a la promoción de este deporte, los cuales les proporcionarán instructores y los implementos necesarios. Si usted desea aprender este deporte y aventurarse con su propio parapente, se dan algunos cursos en las afuera de la ciudad sobre las dunas de Lurín. Al final del curso podrá, con la asistencia de un instructor, emprender su primer vuelo en solitario, por la Costa Verde, Pachacámac, o Lunahuaná.


Las Montañas de Pachacámac se ubican a solo 40 km al sur de la ciudad de Lima (30 minutos en auto aproximadamente) y forman un valle despejado enfrentado al mar –8 km de distancia. Las montañas tienen entre 400 y 600 m de altura, y se aprovechan las térmicas, que son fuertes corrientes de aire ascendente, causadas por las variaciones de temperatura en el terreno.







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viernes, 12 de junio de 2009

Huaca Pucllana

La Huaca Pucllana, también conocida como huaca Juliana, fue un Centro Administrativo y Ceremonial de la Cultura Lima, durante los años que van del 200 al 700, y ejerció una fuerte influencia en los valles aledaños: Chancay, Lurín, Chillón y Rímac. Este complejo arqueológico tiene dos áreas diferenciadas: una pirámide escalonada y trunca y la zona urbana o pública.

Se encuentra ubicada en Lima, distrito de Miraflores en medio de las modernas urbanizaciones, alzándose como testimonio de estos antiguos pobladores de Lima y abarca en la actualidad una extensión de unas 5 hectáreas.

Dos importantes razones impulsaron al grupo sacerdotal que gobernaba en la época. La necesidad de contar con una expresión de su poder religiosa fue la primera. La otra estuvo vinculada directamente al control de los recursos hídricos derivados del sistema de canales de la margen izquierda del Rimac. Pucllana fue, pues, un importante centro ceremonial y administrativo.

La Gran Pirámide es la conclusión de la superposición de numerosas edificaciones que se fueron rellenando a la vez que clausurando, y está compuesta por siete plataformas escalonadas. En cada una de ellas una plaza que ocupa todo el ancho de la pirámide, donde se ubicaban bancas, así como pequeños hoyos para ofrendas (especialmente productos marinos). Fue en esta pirámide donde se realizaron las actividades religiosas. Tiene una extensión de 500 m de largo, 100 de ancho y 22 de alto y está construida enteramente en adobitos característicos de la Cultura Lima y de este período. En la segunda área, y ubicados alrededor de la pirámide, observamos una serie de estructuras (partes de paredes rectas) que forman recintos y patios, construidos también en adobitos. Estos sectores fueron los de las funciones administrativas.

Conozca más sobre esta impresionante huaca y de otras existentes en la ciudad de Lima en: http://www.fperu.com/es/Turismo/arqueologico/Lima-Huaca-Pucllana-o-Juliana/

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Centro Histórico de Lima


Recorrer el Centro Histórico de Lima equivale a viajar al rico pasado colonial de nuestra ciudad. Este periplo imaginario se inicia en la Plaza Mayor, diseñada por el mismo Francisco Pizarro, el punto de partida obligado para este paseo cargado de aromas a sahumerio y flores de amancay. Antes de seguir, dé una breve mirada a su elegante pileta de bronce, la única pieza original de la plaza, construida en 1650.

Siga, amigo viajero, con La Catedral y deléitese con sus pinturas y el labrado de sus altares; y recale en el magnífico San Francisco, el más grande conjunto religioso de la ciudad. Solo aquí podría pasar el día completo, admirando sus 14 altares barrocos, los frescos patios del claustro y las alucinantes catacumbas, donde descansan los restos de 80 mil feligreses.


Déjese llevar luego hacia la Plaza San Martín, construida por el centenario de la proclamación de la Independencia. Si es de los valientes, aproveche la tarde para probar el famoso catedral o pisco sour doble en el Hotel Bolívar y admire los balcones de madera tallada desde donde las limeñas más guapas espiaban a sus amantes furtivos. Siempre al amparo del cerro San Cristóbal dominando el paisaje hacia el este, recale por algunos de sus más venerables templos: Santo Domingo, La Merced, San Pedro y San Agustín. Si tiene algo de tiempo ingrese a las fastuosas casonas del centro, monumentos a la tradición que atesoran con celo reliquias de virreyes y encomenderos.
Cae la tarde y resuena el pregón de las vivanderas: anticuchos en las esquinas y dulces guargüeros de convento. Es el sabor de Lima, mi amigo, que lo invita a recorrer su pasado lleno de historia y tradición.

Conozca más sobre este rincón lleno de historia y tradición en: http://www.fperu.com/es/ciudad/lima/centroHistorico/



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Lima, Ciudad de los Reyes


Ciudad de reyes, de jardines y de tradiciones que se resisten a desaparecer. De aroma a canela, de suspiros de limeña y de pregones al atardecer. La Lima de antaño se fue para no volver, pero nos dejó una rica herencia que renace cada día al ritmo de valses y de redobles de cajón.

Recorrer Lima es viajar a un pasado de elegancia y exquisitez arquitectónica, de huacas milenarias erigidas sobre montañas de adobe, de iglesias barrocas, zaguanes sombreados y balcones labrados con destreza y cariño. Aquella era la tierra de las famosas tapadas, que regalaban sonrisas al amparo de las celosías y los encajes de sus mantones de Manila. “Déjame que te cuente”, dijo alguna vez la gran Chabuca Granda cantándole a esa Lima que todos guardamos en el corazón. Pues hoy, Lima tiene mucho que contar al visitante. Con una oferta de servicios renovada y diversa, la ciudad viste sus mejores galas para recibir a viajeros del mundo entero.

Las posibilidades son tan variadas que se requerirían varios días solo para efectuar un recorrido gastronómico por sus restaurantes y huariques, templos del sabor que incorporan las técnicas modernas a la cornucopia de insumos y secretos atesorados por las cocineras de antaño. Lima es la capital del Perú, pero lo es también del cebiche, del lomo saltado, del tacu tacu y de los chifas –sin mencionar al pollo a la brasa, el favorito de los domingueros.

Las tardes invitan a los paseos a la sombra de los viejos ficus de las plazas barranquinas, a recorridos por galerías y cafetines donde se reúne la bohemia limeña; mientras Miraflores despliega su oferta comercial y de entretenimiento a la orilla de esa bahía maravillosa que se llama Costa Verde y que hemos empezado a redescubrir para nosotros mismos. Planean los parapentes sobre los acantilados de San Isidro y rompen la espuma de las olas los tablistas en las playas de Waikiki, Makaha y Redondo. Esa es la Lima de hoy, un destino con mucho para todos. Un rincón donde se mezcla un pedacito de cada región del Perú y donde empieza la aventura de recorrer este país maravilloso.



Más información, sobre la ciudad de Lima y sus atractivos turisticos en: http://www.fperu.com/es/ciudad/lima/

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